Ante los festejos del centenario de la Revolución Mexicana: Una mirada hacia el México negado.
Juan Carlos Bragado Castillo.
Estudiante de Filosofía e Historia de las Ideas.
Universidad Autónoma de la Ciudad de México-Plantel Colonia Del Valle.
Ante los albores de los festejos del bicentenario de la Independencia y el centenario de la Revolución Mexicana, no se ha hecho esperar muchas investigaciones inéditas, novelas, acerca de los procesos sociales, históricos, económicos, en fin. Estos dos temas que no solamente son importantes en México, si no en algunos países de América Latina.
“Canasta de cuestos mexicanos” de Bruno Traven, escritor enigmático alemán (identificado probablemente como Bernhard Traven Torsvan) a partir de sus experiencias en la Revolución Mexicana, nos ofrece un legado, que, con otras obras tales como “Macario”, “La Rebelión de los Colgados”, “El General” y entre muchas otras. Nos muestra mucho más allá de los grandes revolucionarios, de los grandes hombres que actualmente el gobierno quiere darle mayor énfasis. La vida cotidiana, de su gente, de sus costumbres, de sus creencias, de sus vivencias de aquella gente que suele ser olvidada por los historiadores y es abandonada en los anaqueles del pasado y al olvido de la memoria histórica: El pueblo.
A lo largo de la obra, se compone de varios cuentos y en cada uno de ellos la temática es diferente. A pesar de ello, lo que lo hace homogéneo esta obra es por el contenido de los mismos. Las circunstancias, las vivencias de la gente común, que en su mayoría se componen de campesinos. Denuncia en ellos las desigualdades de un modelo liberal económico (Capitalismo dependiente minero-agro-exportador) que solamente beneficia a los grandes monopolios transnacionales, las contradicciones sociales, en el que a final de cuentas el que paga con lágrimas, sufrimiento y sangre es el pueblo.
La estructura literaria que emplea es sumamente sencilla, haciéndolo digerible y entendible para quienes lo lean, su estilo llama la atención porque atrae al lector en todo momento, su narración es continua, es rica en forma y contenido, respetando el orden de las escenas y personajes.
Lo interesante de este libro es que a pesar de que Traven no sea mexicano (recordemos que es alemán) capta con intensidad, con un profundidad el sentir y una enorme objetividad a sus personajes, logra profundizarse como la labor del antropólogo sin emitir sus juicios, en comprender los estilos de vida, de sus inquietudes, de sus preocupaciones, en fin. Ante estos festejos tomando en consideración a los grandes héroes de la revolución es igual de necesario conocer aquellos seres anónimos que con sus vivencias dejaron huella y fiel testimonio de la visión del mundo de ese México negado, de ese México olvidado.