
Francamente no hallo respuesta aún ante lo que ví, lo único que me queda preguntarme de tantas y tantas son dos cosas escencialmente: ¿Sicilia fue en verdad tan benévolo, tan compasivo que aplicó la ética cristiana de perdonar? ó ¿Calderón es en verdad un ser tan hipócrita y tan retórico que conmovió con sus sentimientos al estilo José López Portillo? De eso no se sabe, solo el tiempo lo decidirá, mientras tanto lo resumo en este brillante poema:
De Momis Otra Vez:
Conmovedora la escena,
por poquito suelto el llanto…
…pero de bochorno y pena
¿para esto marcharon tanto?
Que se usó de la estrategia
convocando al enemigo,
pero ¿perder la congruencia
y abrazarlo como amigo?
Y luego los chistes malos,
las sonrisitas, ¡cual fiesta!
Incluso hasta hubo regalos.
¿Pues qué no era una Protesta?
Y díganme lo que gusten
los que siguen al poeta.
¡Pero después no se asusten
del rechazo que hoy despierta!
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