sábado, 12 de junio de 2010

Del amor y la libertad, de la noche más silenciosa y melancólica de todas…

Del amor y la libertad, de la noche más silenciosa y melancólica de todas…

“En efecto, el que ama es libre y es libre el que ama, pero no hay que confundirse con el libertinaje, pues el libre albedrio apuesta totalmente hacia la conciencia y la capacidad intelectual del sujeto, por lo tanto, todo aquello que contravenga a este principio podemos decir con plena certeza que no se es amor, ni mucho menos se puede ser libre, ni en la palabra, ni en sus actos. Implica responsabilidad, pero sobre todo compromiso, una expresión más íntima del ser”

Después de aquella pérdida, después de que aquel arrebatamiento tan agresivo y violento, me sentía vacío, confundido y algo extrañado, pues ella fue motivación para mí… Si bien era cierto que sin ella sería un retorno hacia mí mismo, me sentía extraño, pues nadie, absolutamente nadie había provocado un viraje intelectual hacia mí mismo, eso me descubría plenamente como vulnerable, pues nunca había hecho nada por mí, eso en verdad me angustiaba.

Mi camino seguía exactamente igual, amplio, pero solo…

Mi felicidad efímera, fue al parecer eso, efímera.

Cansado y fatigado, me senté y reposé silenciosamente.

Su recuerdo, seguía tan vivo, su persona, su vida. A decir verdad yo tenía serias dudas de que si últimamente su amor realmente era amor, pues yo no veía ni sentía ni su luz, su ser, algo que me demostrara fehacientemente su espíritu de lucha.

-Todos estos días han sido exageradamente tranquilos, al parecer esto ya se acabó.

Todo ello tan agrupado en mi cabeza me hacía sentir sumamente abrumado, sin defensas, derrotado, decepcionado, sin ánimos ni esperanzas.

Ante esta situación me descubrí que por mí mismo carecía de voluntad para hacer, para crear, que era movido por otros…

-Toda mi vida ha sido una crucifixión para otros y para los otros.

Antes de adentrarme en esta situación existencial, mis reflexiones no dejaban de irse hacia ella, lo importante que se había vuelto para mí y lo destrozado que estaba ante su pérdida. A lo lejos y sin percatarme, puede ver a alguien sentada a muy larga distancia, cuyos brazos no dejaban de alzarme.

-¿Quién será? Es extraño, pues este camino lo había forjado y que este ha sido mi camino, me sorprende a alguien en mí camino, veré quien será para preguntarle quien es.

Pero pensé y de repente sentí como un rayo me sacudiera todo el cuerpo e inevitablemente concebí una idea, que más que ser idea, era una ambición y anhelo míos, pues eso que había concebido, podía ser ella, que a lo mejor pudo liberarse del infierno que la tenía aprisionada, que logró liberarse del mayor de todos sus monstruos. Y estaba ahí, esperándome, lista para recibirme, para que aceptara estar conmigo y hacer una historia conjunta, un crecimiento, una vivencia, todo eso conjunto, recuperé energías y corrí como loco de alegría. Y en efecto, su figura, su silueta, era el de una mujer, eso me emocionó más pues todas mis esperanzas fincadas se harían realidad, todas mis ambiciones, mis expectativas, seríamos felices y estaríamos por fin juntos.

Sin embargo conforme me acercaba eso que con tanta alegría veía era una mujer, pero no la que ambicionaba, la que me iluminó… era otra persona.

Esto me extraño, pues me era desconocida y eso me empezó a preocupar.
Cuando llegué me miró como si me conociera, con una sonrisa se me acercó y me abrazó diciéndome:

-Juan Carlos, que bueno que te dignas a verme, a decir verdad ya me estaba desesperando por tu ausencia.

-Y tú ¿Quién eres y que haces aquí en mí camino…?

-Ay que grosero eres, te has vuelto muy mal educado, hasta donde yo recuerdo eras déspota y pedante, pero jamás grosero ¿así recibes a tus invitados?

-Bueno, entonces dime ¿Quién eres y que haces aquí?

-Oye tranquilo chico rudo, aquí el filósofo eres tú o al menos eso pretendes ser, por lo tanto esas preguntas háztelas a ti.

-¡¡¡Qué ironía!!! Ahora la grosera eres tú, bueno ya que no quieres decirme nada, entonces no tengo nada que decirte, así pues, me voy, no sé quien seas, pero gracias de todos modos, adiós.

-Oye no te vayas, puedo ayudarte, pues sin mi puedo asegurarte que estás perdido, ni tus amigos como el orgullo, el intelecto y todos esos que al parecer están dormidos no pueden ser despertados sin mí.

Extrañado le dije.

-¿Qué sabes acerca de mí?

-Ay Juan Carlos, por lo visto, te has separado de mí brutalmente, desde que te entregaste a “ella” me olvidaste, que desgraciado eres.

-¿Cómo sabes de mi situación?

-Es bastante sencillo, cuando te entregaste en automático me olvidaste, me relegaste y ya que no estás con ella, soy la única que te encuentras eso que te podría ayudar contra lo peor.

-Y ¿Qué vendría siendo lo peor?

-Mmmmm no sé, me vienen muchas cosas, en que algún día tú la veas en su sendero con el tuyo con la compañía de otro… a esa misma situación, pero con un bebé en brazos.
Al trastocar lo más importante reaccioné.

-¡¡¡Cállate!!! Eso no es cierto, ella me ama y ella ha luchado por mí, me ha inspirado a llegar hasta donde estoy, no podría hacerme eso, eso fue tan solo un efímero momento, pues vendrá y con ello el establecimiento de un felicidad plena…

-Y luego el señor de los cielos hará su reino sobre la tierra y todos seremos felices, Amén, Juan Carlos ni tú mismo te la crees.
Ante esta situación y reconociendo que ya no ha estado, dudé seriamente aceptando con tristeza lo que me decía.

-¿Por qué? ¿Por qué no ha luchado, porque se ha ido?

Rompí en llanto y ella se me acerco, me abrazó, yo le correspondí y así permanecimos hasta que me controlé un poco, después ella me dice.

-En verdad lamento mucho lo que te está pasando Juan Carlos, pero quiero que piensas si sinceramente esto lo puedes llamar amor ¿te parece?

-Yo asentí y me empieza a cuestionar.

-Juan Carlos, sabes de antemano que el amor es libertad, pues a diferencia de las otras especies, nosotros tenemos libre albedrío, podemos elegir ¿no es así?
-Sí


-Pero así como se elige, también se puede elegir otra cosa u persona, desplazando la anterior, que se es mucho mejor, ya sea por ser bella o virtuosa ¿no es así?

-Si

-También nosotros seremos elegidos en la medida de que nuestra virtud o nuestra belleza sea dignas de quien nos elige ¿estoy en lo cierto?

-Estas en lo cierto.

-Luego entonces podemos elegir o podemos ser elegidos, dándose una relación mutua ¿no es así?

-Si

-Por lo tanto esa persona como nosotros somos libres de elegir y ser elegidos ¿voy bien?

-Vas bien

Dado que no podemos elegir mal, siempre ambicionaremos el bien y ese bien es lo que nosotros queremos

-Sí, siempre se elige el bien.

-Por lo tanto, el amor implica libertad y esa libertad nos permite escoger un bien.

-¿y los sentimientos?

-Ah ¿Te refieres a las pasiones?

-Sí, ¿Dónde quedan?

-Es cierto, que tonta soy, las pasiones aunque importantes, pues le dan ese sentir a nuestra elección, plenitud a nuestra relación, son efímeras y como son efímeras pueden ser corruptibles, pues si bien es muy interesante todo lo anterior si dicho sustento es así, a las puras pasiones y a las emociones ¿Cómo puedes explicar que un amor pueda durar toda la vida?

-Buena cuestión, debe ser algo que los una.

-Pero, ¿Qué es eso que los una?

-Pues su amor.

-Pero dentro de su amor ¿Qué debe haber?

-Además de las pasiones se debe considerar un interés de los dos, que constituya un bien y ese bien de ambos debe elegirse libremente.

-Te has olvidado de un valor muy importante, te has olvidado del compromiso. El compromiso es aquello que también elegimos libremente a través de nuestras pasiones, ambas juegan un papel muy importante y no puede irse separado, el compromiso le da sustento a las pasiones y las pasiones le dan sustento al compromiso. Todo ello dentro del marco de nuestra libertad.

-Si es así, todo aquello que me dices ¿Dónde está el creer?

-Me has atacado lo que más odio, la fe.

-¿Tiene algo que ver?

-Si Juan Carlos, tiene que ver, pero llevada a un extremo se puede volver dogmático, te pregunto. ¿Cómo sabemos que nos aman y amamos?

-Por nuestros actos.

-¡¡¡Exacto!!! Todo lo razonado, libertad, compromiso, la fe es importante pero ¿no la misma te hace que las personas se enajenen?

-sí.

Luego pierden su libertad.

-Si

-Y también su capacidad de elegir.

-si

-En efecto

-Entonces como no sabemos, sino creemos, ¿Cómo saber lo que creemos? Por demostración ¿no es así?

-Si, por demostración.

-En prima facie, el amor como tal no necesita de pruebas, el amor en sí existe, se elige, se compromete, se entrega, se cree, por lo tanto no se exigen pruebas ¿no es así?

-Sí, sin pruebas.

-Pero lo que necesitamos pruebas es de la persona que nos ama, que mediante la expresión de la misma nos muestra y nos demuestra, entonces el amor no necesitamos pruebas, sino de la persona que nos ama para saber, para creer en su amor ¿no es así?

-Tienes razón, pero ¿Qué relación tiene con ella?

-Que bien Juan Carlos, al parecer quieres ir directo al grano, sé de lo que te pasó con ella, entonces no me será difícil hacértelo entender.

-Estoy listo.

-Como bien dijimos el amor es libertad, y todo aquello que implica la libertad, podemos elegir y ser elegidos, si ella decidió buscarte es porque es libre y te eligió…

-Sí, ella me eligió.

-Luego entonces te vio como un buen que ambicionaba, por eso te buscó.

-En efecto

-Pero después de que fue arrasada, ella no hizo nada, pues eligió y eligió a ellos o a otra persona, no lo sé, solo sé que en esta elección te saco de su vida.

-Creo que sí.

-No porque te amara, sino al parecer eso fue alimentado pasionalmente, lo cual le faltó el compromiso, que es eso cuando te refieres a espíritu de lucha ¿no es así?

-Si

-Ya que las emociones son efímeras, estarás de acuerdo que no es lo mismo “estado y momento” ¿te parece?

-Me parece

-Fue efímero y como tal fue un momento, su momento y fue corruptible, ante esa falta tú pudiste haber elegido creerle ciegamente y así lo hiciste durante un tiempo, pero que fue lo que te hizo dudar.

-La ausencia de actos, eso que me hiciera creer que era verdad.

-Muy bien, te liberaste de aquella enajenación, de aquel dogmatismo que te lleva a ningún lado. Luego le pediste pruebas para constatarte.

-No aún se las he pedido.

-¿No te has dado cuenta Juan Carlos? Esta es una prueba, su ausencia como prueba te hace a ti solicitar pruebas.


-Ahora ya entiendo hacia donde quieres ir

-Esto fue una enajenación, falta de compromiso, pero sobre todo fuga, escape, no hay que desprecia ni negar que te amo, te amo y mucho.

-Entonces.

-Fue puramente pasional y como tal fue corruptible, efímero, un capricho, una cosa de rato, un simple momento, perdieron su libertad frente a una enajenación así, un dogmatismo.

Rompiendo de nueva cuenta en llanto, le dije.

-¿no volverá? ¿Me dejó así?

-Puede ser que en su camino se haya encontrado a otra persona, un bien mucho mayor que tú, no lo sé, un bien que a lo mejor ya no le pudiste dar.

-Entonces ¿ya habrá elegido?

-Así es, posiblemente, tú no fuiste el elegido, pero ten en cuenta que eligió, que no le puedes reprochar nada porque somos libres, simplemente acatar y respetar su decisión.

-¿y ahora?

-Defiende tu recuerdo, ese recuerdo tuyo, que tuviste con ella, que su imagen no te cause conflicto, reconócela tal como lo es para ti y tu historia, pues de lo contrario te lastimarás más.

-¡¡¡Qué horror!!!

-Juan Carlos, ustedes jamás se reconocieron, mira: ella decidió no tener una relación más sana, que implicara una relación con pruebas, con fidelidad, con madurez, tú has hecho el paso de enmendar tu camino, ella aprenderá a su manera y la vida le reservará sus golpes y quizás ni aún así aprenda, el que debe cambiar eres tú.

-Y ¿ahora…?

-¿No te has dado cuenta de tu mayor ganancia?

-No

-Te tienes a ti y si bien es cierto que todo esto lo hiciste por ella, date la oportunidad para ti, de hacer por y para ti, conociste nuevos conceptos como la comprensión y el reconocimiento, pero tú me necesitas infeliz, pues cuando te entregaste, me olvidaste y le diste más peso a los sentimientos, ahora que ella se ha apartado, se ha ido, ya puedo regresar de nueva cuenta me dejaste…

-Si dices que me conoces ¿Quién eres?

-Déjame presentarme, soy tu razón y ya se oscureció, tengo sueño así que te vuelto hacía mí, esperándote, te tardas ya ni le friegas, en fin, busquemos en donde dormir.


Una vez en la noche, una noche sumamente silenciosa, callada, no he podido conciliar el sueño y recordé desde el primer día que la vi, que la conocí, desde el momento que me empecé a fijar en ella, en todos y cada uno de sus recuerdos… todo de ella. Me sentía triste, mi razón dormía, no era enajenación, sino tenía intenciones nobles con ella, pero ella se ha ido.

-¡¡¡Gracias!!!

Intenté sonreír, pero la melancolía se apoderó de mí, pues todo eso que significa para mí, todos los detalles, todos esos momentos, que vil y terrible realidad, que sensación tan más atroz era eso del amor.

Finalmente el dolo y la melancolía fueron más fuertes que exploté en llanto, solo mis sollozos se escuchaban en esta silenciosa noche, solo con mi dolor, solo con mis lágrimas, solo con mi corazón roto…

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