martes, 16 de marzo de 2010

Y una luz iluminó mi camino…

Después de aquellas palabras, mi corazón se lleno de una profunda tristeza; yo, estúpidamente había creído haber vencido al espíritu de la pesadez, cuando en realidad, este siempre habitó en mí, me sentía destrozado, pues en ese acto brutal de “liberación” expulsé de manera violenta lo que más amaba, ahora ando solo y sin rumbo fijo, en un camino oscuro, cuyas sendas me eran desconocidas… o al menos eso yo creía…

-¡Tengo que aceptarlo!, ella se ha ido de mi vida… (Me dije)

No sabía si valía la pena llorar, seguir llorando o tragarme mi coraje… de todos modos la había perdido.

En medio de mis meditaciones, tenía que lidiar con el espíritu que llevaba dentro, y como manifesté antes, tenía que hacerlo solo, pues esta parte crucial de mi vida, es vital pues de ello depende de mí infelicidad o de mi felicidad a futuro.

El camino primero del que salía, era lúgubre, oscuro y tenebroso, levantaba miedo, ansiedad y angustia..., pero, a pesar de ello, tendría que seguir, mi mente no dejaba de pensar en mis lamentaciones y en lo mucho que estaba arrepentido de haberla dejado…

Mientras caminaba, hay algo que me detuvo y de repente el miedo se apoderó de mí…

-¡No puede ser! Yo recuerdo haber pasado antes por aquí, ¿Estoy perdido? Estos senderos, creo que en alguna ocasión, en algún momento de mi vida, ya los había cruzado…

Sin darme cuenta, había entrado por los caminos de mi historia y con ellos, defectos y virtudes que trazaban mi camino, caminos que en alguna ocasión había pasado, me sorprendí de tal hallazgo, pues toda mi vida, había hecho diversos trayectos, que siempre me habían llevado al mismo rumbo, al mismo sitio y a mi misma desgracia… cuando aprendí a identificar mis caminos los señalaba uno por uno.

-Este ha de ser sin duda alguna de mi inseguridad, este otro el más largo y profundo que es mi cobardía, este que aparenta ser el más descuidado es mi asertividad, este casi nunca pisado es mi confianza, este yo lo recorro habitualmente es la burla, este la soberbia, este la tristeza….

A lo largo de toda mi vida no me había preocupado de buscar senderos nuevos que enriquecieran mi vida, era una verdadera tristeza y una lástima terrible que no hubiera valores nuevos en mi vida, o el interés legítimo de construir uno nuevo… bueno eso al menos eso yo pensaba, porque en lo más escondido de esos caminos, hallé otro, que nunca revisé, pero estaba ahí…

Sin importar que hubiera, me entré, y descubrí que era mucho más de lo familiar que los otros y descubrí que este lo había forjado yo… con la ayuda de la mujer que más amaba… al principio me puse a llorar, pero descubrí nuevas cosas que me motivaron a no detenerme y descubrí que todas esas nuevas cosas estaban incompletas sin ella…

-Te amo tanto, en verdad haría todo para que estuvieras ahí…

A lo lejos de ese camino, descubrí una maravillosa luz, que sin darme tiempo corrí hacia allá para alcanzarla, era hermosa, increíble, y esa luz, venia de un cuerpo, cuyo cuerpo yo conocía, pues yo sabía de su ser y ese ser era nada y nada menos que…

-¿En verdad eres tú? No sabes lo mucho que te extrañé, en verdad pensé que estaba delirando, pero no, eres tú, te amo, te amo tanto…

-Yo también, pero quiero que me sigas…

Ella me enseño un nuevo camino, pero ya no de oscuridad fúnebre, sino de luz y esperanza en un horizonte nuevo.

-Yo te guiaré en tu camino, Juan Carlos.

-En verdad mil gracias, pero ¿Por qué no vienes conmigo?

-Nadie debe saber que te estoy ayudando y que estoy contigo… (Exclamó)

-No me importa, pero no quiero que te desapartes de mi vida de nueva cuenta, no importa cuánto tenga que esperar hasta que estemos juntos.

-A mí tampoco me importa Juan Carlos, aunque no estemos juntos, sabes que mi luz siempre guiará este nuevo camino del que tienes que sacarle mucho provecho, tienes mucho que ver y mucho que probar.

-Siempre y cuando sea a tu lado, no importa, que sea discretamente, que los otros no se enteren hasta que llegue el momento justo en el que estemos juntos, no me importa esperar

-Te amo

-Yo también te amo

Mi vida, dio un nuevo giro, mi vida me la enriqueció aquel maravilloso ser, mi luz, bendita creación que me has dado, en verdad mil gracias, eres mi fuerza, mi motor, mi motivo.

-¡Ahora sí! A emprender este maravilloso camino…

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