viernes, 16 de abril de 2010

San Francisco Chimalpa: Tierra de contrastes.

Comúnmente, el centro de cualquier lugar se caracteriza por ser punto de encuentro, de reunión, donde sobresale la actividad económica, monumentos o edificios importantes, centros laborales y escolares. Ejemplo de ello es el Distrito Federal como capital del país. Podemos mencionar a la UNAM y su Ciudad Universitaria, Reforma, Chapultepec, Circuito Interior, las dependencias gubernamentales… y así sucesivamente, las zonas y municipios cercanos al Distrito Federal se les considera como “zona metropolitana”


Aunque si bien es cierto lo anterior, en el Distrito Federal alberga zonas que son desconocidas, no mencionadas, o que si son famosas, no por su belleza o por su historia, sino por la inseguridad y la pobreza. Yo lo llamo personalmente como el “D.F negado”.


Si aplicamos este razonamiento, es decir la importancia de un centro y las zonas aledañas, no solo es visible en la capital del país, sino en los centros importantes, capitales estatales, o como alguna vez las llamé como “estructuras menores” en delegaciones y municipios.

Hablando de municipios, quiero hacer un especial énfasis en el municipio de Naucalpan, Estado de México. Su centro es enorme y muy bullicioso, donde prolifera el transporte público, gente y negocios, avenidas principales, lo interesante y contrastante es que a pesar de la urbanización, es que en este municipio se encuentras las zonas más marginadas como “capulín”, “cuartos”, “Río hondo” y pueblos como San Bartolo y San Francisco Chimalpa.

San Francisco Chimalpa, ubicado en la carreta federal Toluca-Naucalpan. A pesar de ser un pueblo pequeño, su importancia reside por los lazos religiosos y su origen ejidal por parte de los primeros pobladores, también porque es de importancia especial por mis familiares.


Desafortunadamente, este pueblo como muchas zonas del municipio ha sido víctima de la inseguridad, principalmente de violaciones, y el robo a transeúntes en transporte público.






Uno de sus principales vínculos, reside en sus lazos religiosos ¿por qué? Porque más allá de su involucramiento colectivo en la organización de la fiesta patronal (San Francisco de Asís) hace cuatro años se lleva a cabo la representación de la pasión de Cristo ¿Dónde erradica su importancia? Creyentes o no, en el “mundo católico” (Cosa que en este país es una inmensa mayoría) es de suma importancia por el valor simbólico y significativo de esta pasión. Es la base central del cristianismo pues a partir de la vida y muerte de Jesucristo, habría una gran ruptura que diferiría radicalmente del judaísmo (Que hasta la fecha esperan a su mesías) Seguir con aquel hombre virtuoso como lo fue Jesús, será la máxima a seguir, la base central de la ética y moral cristiana, por lo tanto y bajo los argumentos agustinianos sobre la justicia (véase la Ciudad de Dios) la justificación histórica de que la iglesia siempre será superior al Estado, por ello es importante esa última parte de la vida de Jesús. Es interesante que este “pequeño pueblo” mantenga una fe enorme.



La gran aventura… el Jueves Santo.


La salida fue habitual, mientras uno sale de la terminal de cuatro caminos (estación del metro, línea dos) en dirección al pueblo, es impactante observar el claro cambio del centro de la ciudad hacia sus colonias y barrios de Naucalpan. Donde antes había cerros, hay cerros, cerros de concreto, tapizadas de casas, donde es evidente la sobre población y con ello, la carestía de servicios, inseguridad, poca o ayuda de su Estado (A diferencia de un Distrito Federal “perredista”, tendiente al Estado Benefactor, es claro y evidente en el Estado de México un “liberalismo económico”, alejado de subsidios y apoyos estatales) una enorme población industrial, empresas transnacionales donde se deja ver a todo rigor el TLCAN “proteccionista” a favor de la transnacionales… claro.



Tras la salida de la caseta y el cruce de la autopista cuota a Querétaro y Toluca, nos abraza la carretera totalmente, la naturaleza y áreas de conservación son únicas opciones de vista en carretera.


Como parte del municipio de Naucalpan la distancia no es mucho, por lo tanto, a no más de veinte minutos se llega a este particular pueblo ¿El alojamiento? La casa de mis tíos, aparentemente uno podría pensar que se encuentra en dicho pueblo ¡¡¡exactamente!!! Pero como dije acerca de los centros y las periferias, puedo decir que se encontraba en la periferia, muy alejados de centro del poblado ¿El costo? Tres o cuatro kilómetros de bosque hasta los confines de unos ojos de agua (manantiales naturales) lejos del centro poblacional.

Más allá de mi “optimismo informado”, puedo decir que desde esa altura, tengo un mirador espectacular, por un lado se puede observar la fastuosa ciudad de fantasía de Santa Fe y el otro lado la ciudad de San Juan Ixtahuatepec y las rutas alternas hacia Hidalgo.


El estilo de vida es duro, pero satisfecho, si se disfruta de retos físicos y de un inmenso amor a la naturaleza, este lugar es perfecto, considerando que se dispone de una gran riqueza natural, riqueza que se agota poco a poco debido al cambio climático.


El amanecer y el anochecer son maravillosos, se observa la carretera y el poblado, ofrece una paz y una tranquilidad, el único sónico que envuelve es el soplar del viento que recorre todo el cuerpo… esa sensación es fantástica.


La representación… El Viernes Santo.


“La condena ha sido dictada, el pueblo no lo quiere, es un sedicioso, blasfemo, es mucho mejor liberar a un asesino que a un hombre virtuoso…”



Entre más cosas son las consignas que le gritan a Jesús. Esta representación se hace después de los azotes, en el atrio de la iglesia ¿Su condena? La crucifixión.



Los caballos salen a manera de despegar el camino, el canto del sacerdote se empieza a escuchar, escoltado por pobladores de soldados sale un Jesús a su destino… la muerte. Con ellos otros dos que lo acompañan pues compartirán la misma suerte, protegidos por vallas humanas, el pueblo los sigue, una cantidad descomunal de feligreses siguiéndolos por un trayecto de más de cuatro kilómetros. El chico que representa a Jesús, lleva consigo una pesada cruz de más de cien kilos, fiel a la representación, cumple con las caídas: Es insultado, blasfemado, humillado, destruido con toda su dignidad a lo largo del viacrucis, era acosado con cámaras de video y fotografías como postura y forma fantástica, digna de ser inmortalizado en una fotografía, en una imagen, no era cualquier hombre, no era cualquier acontecimiento, era alguien que representó a Jesús, era su representación, es para los creyentes, el peor de todos los martirios.


La gente se aglutinaba de manera tal que sólo se le podía ver a gran distancia, muchos oportunistas a los lejos de los cerros formaban “asiento” para observar, contemplar, grabar, etcétera. Otros, guiándose bajo los preceptos del liberalismo económico, del libre mercado como única fuente de riqueza dentro del sistema capitalista… los puestos de comida, chácharas, garnachas, no se hacían esperar, así como un selecto menú que iba desde unas gomitas, papas, chicharrón, hasta guisados completos (claro, sin bendita carne de cerdo).


Uno a uno son sujetados y amarrados a las cruces y uno a uno son colgados en la cruz, como dejando “lo mejor” al último, una vez amarrado y colgado en la cruz Jesús pide algo de beber, exclama sus palabras, le entierra la lanza de longinos y muere. Adornada con canciones lamentosas, la súplica del perdón de un pueblo arrepentido en el que se solo se quedan inertes los tres, acción que dura entre veinte a cuarenta minutos. En un árbol se ve a un Judas arrepentido no pereciendo del acto, sino de haberlo cometido, su aceptación y culpa es a tan extremo que es preferible el suicidio que la culpa.


El evento concluye con bajar a los personajes y solamente las cruces son fieles testigos insobornables de aquel acontecimiento. Acontecimiento que solo será retomado en la mira tiempo después. El resto de la tarde es la recuperación de fotos y una comida completa, el trayecto es agotador, por lo tanto, es justificado.


Con este acontecimiento se da terminada la participación de la colectividad, con ello incluye a chismosos y mirones o simplemente curiosos. El resto se predica en la iglesia del pueblo y solo feligreses devotos son partícipes y testigos de la continuidad de la pasión, pasión que concluye con el domingo de la resurrección.



El sábado y gloria… y ello la gran mojada.



En la actualidad, se ha dicho en más de una ocasión que estamos en una crisis de agua, el calentamiento global seguido del cambio climático ha propiciado incluso posturas que mencionan que para el año del 2020 empiecen las primeras guerras por el agua.
Aterrizando en este contexto, el DF es claro ejemplo: localidades enteras como Iztapalapa, Iztacalco y zonas aledañas a este problema es el pan de cada día.


Para no hacer más largo la justificación histórica y social de la relación entre el sábado de gloria y la mojada, puedo concluir que solo ese día se mojan y ya.


Estando conscientes de esta situación, yo pregunto.


¿Hasta qué punto es permisible la manifestación cultural frente a la disposición de los recursos naturales?
¿Será ignorancia, estupidez o simplemente tradición? ¿Se tiene en cuenta este problema?


Al parecer, creo que no:


Estos cuestionamientos y estos paradigmas nunca aparecen, ni siquiera son concebidos en este pueblo, como otros en el Estado de México, parece que la razón de la colectividad y cultural tienen mayor peso que una simple “preocupación ambiental” y es fácil entenderlo. En estas localidades al estar situado en las zonas boscosas de la cuenca, hay muchísimos ojos de agua y claro al verse con esa abundancia, parece no importarle la situación que fuera más allá de sus pueblos.


Lo interesante de ello es que frente a esa “abundancia” los mismos pobladores reconocen que el caudal ha ido disminuyendo, así que entenderán a largo plazo o al corto plazo… la “carencia” de agua.


Mientras tanto… ¡¡¡al agua va!!!


Lugares como San Mateo Mimiapan y San Mateo Capulhuac en los municipios de Xonacatlán y Otzolotepec respectivamente, son lugares cuya distinción figura que en el “sábado de gloria” te esperan felizmente para mojarte, seas conocido o no, te enojes o no, te recibirán con una cubeta de agua para ser mojado. Por lo tanto, nadie queda exento, desde recién nacidos hasta ancianos, en ese lugar ¡¡¡verdaderamente existe la igualdad!!!


Mojados, se sigue de una comida familiar, esperando el pasar de la tarde, húmedo, sordo por tanta agua y ser presa fácil de la picadura de mosquitos, pero al final del día, después de la mojada, un baño nocturno y la ropa para ser lavado… bien vale la pena.



-Domingo de resurrección y con ello el regreso a la realidad.


De acuerdo con los escritos bíblicos y según así lo reza en el Credo, Jesús resucitó al tercer día, situándose a la derecha del padre para juzgar a vivos y muertos y su reino no tendrá fin…


También conocida como el día de la pascua, la resurrección como pilar fundamental del pensamiento católico y cristiano es la elevación de los cielos y con ello la conclusión de la pasión.
Lo que para la población católica debería ser momento de reflexión y alegría, es un día de apuros, tristeza y flojera, pues mañana entran a clases, a sus puestos de trabajo… es decir, a la realidad.
Por realidad me refiero, claro está, a aquella rutina que enajena y agoniza al sujeto sutil y lentamente de nueva cuenta esperando el pretexto perfecto para salir otra vez. Por realidad me refiero a marchas, plantones, pagarés, trámites, de nueva cuenta a la homogeneidad social, precio en aras de una sociedad bien ordenada.


A pesar de ello, no hay que negar “el buen sabor” de boca, como se dice coloquialmente “lo bailado no se te quita”



A pesar de mis alabanzas a este maravilloso pueblo, he de confesar que extraño el Distrito Federal, su modelo benefactor y todos sus servicios subsidiados, a un DF espléndido y a la vez negado, pero sobre todo, aunque sea lo que sea el DF es mi hogar, y sí, en estas líneas denota mi melancolía pues quiérase o no, se extraña el lugar en el que uno vive cotidianamente.


Estos lugares donde se ve un fenómeno sumamente evidente, lo que llamaría Néstor Canclini la “tras culturalización” hay una reacia resistencia a conservarse y mantenerse frente a las tendencias musicales, de vestido de las grandes urbes, en virtud de ello, debo de reconocer que es un pueblo fantástico y a la vez trágico, es rico, pero a la vez se ven sus carencias, es… una tierra de contrastes.

1 comentario:

  1. Gracias por compartir tu vision de este lugar, deja una invitacion a visitar un rincon tan cercano y que se antoja maravilloso.

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